“Fahrenheit
451 y la dictadura”
Fahrenheit 451 fue una novela publicada en 1953, por el
escritor, Ray Bradbury. La novela se desarrolla en una sociedad futurista la
cual se encuentra reprimida por el gobierno a través de avances tecnológicos.
Esta situación puede ser denominada una dictadura, ya que hacen que las
personas no puedan pensar por causa de la educación, cultura, medios de comunicación
y la anulación de la historia y, por lo tanto, de la memoria. Así, el gobierno controla
una sociedad de personas ignorantes que no piensan toda la información que se
les da.
En primer lugar, la educación se encuentra
muy acotada, ya que el gobierno intenta que los estudiantes no piensen y no
cuestionen nada, ya que lo único que los estudiantes hacen es ver películas, imágenes
y desarrollar distintos deportes.
“…No
considero que sea sociable reunir a un grupo de gente y después, no dejar que
hable. Una hora de clase TV, una hora de baloncesto, de pelota base o carreras
[…] pero a saber ha de saber que nunca hacemos preguntas o, por lo menos, la mayoría
no las hace; no hacen más que lanzarte las respuestas”.
La consecuencia de este sistema es que
logra que las personas, ya desde una edad muy corta, no puedan pensar por sí
misma y se dejan llevar por los medios y por sus padres, quienes, a su vez, también
están siendo controlados.
También otro hecho que hay que tener en
mente, que los libros son prohibidos y quemados por el mismo sistema, porque
hace pensar a los ciudadanos, por lo cual la cultura es influenciada por este
acontecimiento y no aporta a la sociedad.
Otra herramienta utilizada por el gobierno
para anestesiar a la sociedad es el
arte, ya que al igual que la cultura, es reprimido: El único arte que se
lograba ver era abstracto para que la gente de ningún modo pueda razonar frente
a imágenes que representen la realidad:
“…
Todo es abstracto. Es lo único que hay ahora. Mi tío dice que antes era distinto.
Mucho tiempo atrás los cuadros a veces decían algo o incluso representaban
personas […]”
Por último, los medios de comunicación,
tanto la televisión, las películas, radios, etc… están en función de dar datos irrelevantes
que no dan tiempo a la gente para elaborar la información y generar un discurso
razonado.
“…
Atiborrarlo de datos combustibles, lanzarles encima tantos hechos que se
sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces tendrán
la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse…”
En conclusión, en Fahrenheit 451 se
representa una sociedad totalmente reprimida, tanto por la educación, la
cultura y toda forma de comunicación, ya que está bajo control de una dictadura
que prohíbe libros y en ellos se representa el pensamiento crítico.